domingo, 5 de octubre de 2014

Higiene aplicada a la educación física

Higiene aplicada a la educación física 

Higiene
Entendemos por higiene deportiva la correcta regulación de una serie de hábitos que permitirán que la salud en el niño que hace deporte sea óptima y que de alguna manera nos va ayudar en lo posible a evitar la mayor cantidad de lesiones y enfermedades. El concepto de higiene deportiva nos va a abarcar desde la nutrición, la ducha, los hábitos de sueño, etc., hasta el calzado y cuidado del aseo tanto personal como material
El problema más abundante es la caries dental junto a una deficiente higiene bucal que harán de ella el factor más importante a tener en cuenta en lo que a higiene se refiere en el niño. La caries dental se podría evitar con una alimentación controlada y con una correcta limpieza de las piezas dentales diariamente, así como el paso por la consulta del odontólogo por lo menos una vez al año.
Otro aspecto importante es la ducha diaria, imprescindibles después de los entrenamientos y los partidos, con lo que eliminaremos olores desagradables y contaminaciones de la piel.
 Es importante inculcar estas ideas a los niños que empiezan a practicar el fútbol y acostumbrarles a utilizar su propio material de aseo, evitando intercambiarse zapatillas de baño, toallas, etc. para prevenir las contaminaciones por hongos, que son muy comunes que afloren en lugares húmedos y especialmente el denominado “pie de atleta”, enfermedad de la piel muy molesta que aparece normalmente entre los dedos de los pies. Con ello y con el uso de calcetines secos y limpios evitaremos dicha enfermedad.
También los hábitos de sueño y vigilia son fundamentales para lograr el correcto desarrollo de la actividad deportiva de los niños. Es imprescindible, por tanto, dormir 8 horas, y organizarse el tiempo para realizar de una forma adecuada tanto la actividad física como la intelectual.
Otro de los factores que hay que cuidar en lo que a higiene se refiere es el del calzado deportivo. Hemos de recordar que la existencia del pie es anterior a la del calzado, por lo que ha de ser éste el que se adapte al pie y no al revés. Además, el calzado se ha de adaptar al medio utilizado (campo duro, blando, hierba, embarrado), y cada uno tiene unas características diferentes.

Salud
Las relaciones entre la actividad física y la salud aglutinan un conjunto muy amplio y complejo de factores biológicos, personales y socioculturales. Dependiendo del énfasis y la manera de entender cada uno de dichos factores pueden establecerse diferentes concepciones de las relaciones entre la actividad física y la salud. Desde una concepción terapéutico-preventiva, la actividad física es considerada fundamentalmente como un remedio para curar o prevenir enfermedades diversas. En esta concepción la enfermedad se convierte en el principal referente para explicar las relaciones entre actividad física y la salud. En otras palabras, la actividad física es buena para la salud porque previene o cura enfermedades. No obstante, la relación entre actividad física y salud también puede concebirse en relación con una percepción subjetiva de salud que redunde en el bienestar. La calidad de vida, es decir, la posibilidad de que las personas y los grupos desarrollen sus potencialidades, se convierte desde esta concepción orientada al bienestar en el referente cualitativo de la actividad física relacionada con la salud.
Pese a no estar contrapuestas, estas dos concepciones legitiman perspectivas distintas para orientar las propuestas dirigidas a promocionar la práctica de actividad física relacionada con la salud. En la primera parte de este artículo distinguiremos entre una perspectiva de proceso y una perspectiva de resultado. Veremos cómo desde la perspectiva de proceso la relación entre la dimensión cualitativa de la práctica y la salud se apoya en dos premisas. La primera es considerar que la práctica en sí misma contiene elementos que pueden hacerla saludable. La segunda, que cualquier forma de practicar actividad física no es necesariamente saludable. Justamente para profundizar en esta reflexión, en la segunda parte de este artículo platearemos una serie de criterios que sirvan para comprender y orientar la dimensión cualitativa de la actividad física relacionada con la salud.

Gasto energético

Gasto energético 

El balance energético de un individuo se define como la diferencia existente entre la energía ingerida y el gasto energético o energía total empleada. Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son los substratos de los que se obtiene la energía utilizada para el trabajo biológico y abastecimiento del resto de necesidades energéticas. A pesar de la gran variación diaria en la cantidad de energía ingerida y en el gasto energético, el peso corporal permanece relativamente estable. Todo esto sugiere la existencia de un mecanismo de homeostasis neuroendocrino que defiende fuertemente un determinado estado de composición corporal individual. La regulación del balance energético se realiza mediante señales aferentes, hacia el sistema nervioso central, que informan sobre el estado nutricional del organismo y son traducidas en señales eferentes que modifican la ingesta y el gasto energéticos. 

El objetivo final del metabolismo de los nutrientes es la producción de energía. La vía más común de extracción de energía química a partir de los substratos es la oxidación completa de los mismos (carbohidratos, grasas y proteínas) hasta conseguir CO2 y H2O. El calor que se obtiene en esta combustión biológica se utiliza para mantener la temperatura corporal, biosíntesis, transporte activo, contracción muscular, etc. Para ello, parte de la energía es almacenada en moléculas de alta energía como es el caso del ATP. El ADP acepta energía de otros substratos convirtiéndose en ATP y, posteriormente, la hidrólisis del grupo fosfato del ATP cede energía allí donde se necesita. Según la primera ley de la termodinámica: “la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma en un intercambio con el medio ambiente”, de esta manera, el término energía sugiere un estado dinámico relacionado con una condición de cambio.

Componentes del gasto energético y sus determinantes en el niño y el adolescente

El gasto energético diario total en el niño y el adolescente se compone del gasto energético en reposo (GER), termogénesis inducida por la dieta (TID), actividad física y crecimiento. Este último, aunque muy importante en las edades pediátricas, es demasiado pequeño para ser medido excepto en recién nacidos en los que el crecimiento es muy rápido.

El GER es la energía necesaria para mantener las funciones vitales y la temperatura corporal en ambiente neutro. Supone un 65- 70% del gasto total, excepto en niños con enfermedades crónicas en las que el metabolismo basal está incrementado, o cuando realizan deportes de competición de alto consumo aeróbico, situación en la que es proporcionalmente menor. El GER en niños aumenta desde el nacimiento hasta la pubertad porque existe un incremento en el tamaño corporal. Por el contrario, cuando el gasto energético en reposo es expresado por kilogramo de peso corporal o de masa no grasa, aumenta durante el primer año de vida, pero disminuye posteriormente hasta los 20-25 años. En niños y adolescentes, la masa no grasa explica hasta un 80% de la variación del GER, la edad y el sexo añaden, respectivamente, un 3-4% y un 1% a la cifra anterior. El gasto energético en reposo es mayor en el sexo masculino respecto al femenino incluso en la época prepuberal.

La TID constituye del 5% al 10% del gasto energético total. Es la energía necesaria para que tengan lugar los procesos fisiológicos de digestión, absorción, distribución y almacenamiento de los nutrientes ingeridos. La TID aumenta linealmente con la cantidad calórica ingerida y varía según la composición cualitativa de los alimentos, siendo mayor con alimentos ricos en proteínas frente a carbohidratos o grasas. Otros factores que influyen son la palatabilidad de los alimentos, el tiempo de ingestión, la predisposición genética, la edad, capacidad fisiológica en los procesos de digestión y distribución-almacén de nutrientes, sensibilidad a la insulina, etc.. 

El gasto energético producido por la actividad física (GEAF) es el que se emplea para realizar una serie de actividades o comportamientos que implican movimiento corporal, o sea, actividad del músculo esquelético. Supone un 25-30% del gasto energético total aunque estas cifras varían mucho inter- e intra-individualmente. En el GEAF influyen el sexo, la edad y desarrollo puberal. Los niños y adolescentes varones presentan unos valores de actividad física significativamente mayores que los del sexo femenino. En niñas, la actividad física disminuye a partir de los 6,5-7 años de edad mientras que en los niños aumenta hasta la época prepuberal. En general, los niños y niñas prepúberes son más activos que los púberes y post-púberes. Otro determinante de la actividad física es el grado socioeconómico y el ambiente familiar. Estudios realizados en nuestro entorno han mostrado que los niños de categoría socioeconómica baja hacen menos ejercicio físico que los de alta y permanecen más horas frente al televisor. 

Métodos para la medición del gasto energético

La energía que un individuo gasta se puede medir directa o indirectamente con los diversos métodos disponibles actualmente. Los métodos de laboratorio suelen ser más precisos y exactos pero no pueden utilizarse en niños y adolescentes en condiciones libres. Por otro lado, los métodos de campo son baratos, menos precisos y sirven para grandes estudios poblacionales. Cada método posee unas características que lo harán apropiado según el tipo de estudio que se quiera realizar.

Calorimetría indirecta:
La combustión de nutrientes en el cuerpo humano fue descrita por primera vez por Lavoissier, que trabajó a finales del siglo XVIII en Francia. Lavoissier descubrió que una vela sólo producía combustión en presencia de oxígeno y describió como los organismos vivos, en igual medida, necesitan oxígeno para la combustión de alimentos, liberando calor como producto de esta reacción exotérmica. La producción de energía generada por los procesos bioquímicos del cuerpo humano puede ser determinada gracias a la medición del consumo de oxígeno (VO2) y la producción de dióxido de carbono (VCO2), en conjunción con la cuantificación del nitrógeno uréico excretado. La calorimetría indirecta utiliza para la cuantificación del gasto energético ecuaciones derivadas de diferentes fórmulas químicas con VO2 y VCO2 específicos para cada substrato. Para tal fin se utiliza una canopia o mascarilla de donde se toman las muestras de aire espirado mientras el sujeto permanece tumbado. La técnica no es invasiva y puede emplearse, con buenos resultados de precisión y exactitud, en estudios de investigación y en la práctica asistencial. 

Monitorización del ritmo cardiaco minuto a minuto
Este método, bien aceptado tanto en niños como adultos, se basa en el incremento lineal proporcional del ritmo cardiaco cuando aumenta el VO2 durante el ejercicio físico. Esta relación entre el VO2 y el ritmo cardiaco varía según el individuo, por lo tanto, se necesitan curvas de calibración personal que imiten una actividad en condiciones libres. Los registros de VO2 mediante calorimetría indirecta y de frecuencia cardiaca se determinan simultáneamente en diferentes niveles de ejercicio físico. Las ventajas de este método son su utilidad en registros objetivos y continuos del gasto energético, el no ser invasivo ni caro y poderse desarrollar en condiciones libres. Debido a sus características se puede aplicar en una muestra amplia de niños y adolescentes, de manera ambulatoria, con una precisión y exactitud aceptables. 

Agua doblemente marcada (2H218O)
La técnica del 2H218O está basada en la posibilidad de marcar el agua corporal para medir la diferencia en la tasa de desaparición de dos isótopos no radioactivos: 2H y 18O, determinada mediante muestras de saliva, orina o sangre, y con ello el VCO2 y VO2. La técnica es fácilmente soportable por los niños y adolescentes porque sólo tienen que tomar una sola dosis de 2H218O para marcar el agua corporal total. En condiciones libres, este método da un valor medio muy exacto del gasto energético total durante un periodo de 1-2 semanas. La técnica es simple, no invasiva y bien aceptada incluso para recién nacidos. 

Acelerometría
Varios aparatos portátiles han sido comercializados con el objeto de medir el gasto energético a partir del movimiento y aceleración corporales. Los acelerómetros más modernos son triaxiales, es decir, miden las aceleraciones del cuerpo minuto a minuto en tres ejes: delante-detrás, arriba-abajo y derecha-izquierda. Las ventajas generales de estos aparatos son su bajo costo y su capacidad para dar información sobre diferentes grados y patrones de actividad física. Sus limitaciones en niños son: a) que los propios niños se quiten estos aparatos portátiles o los sumerjan en agua, ya que hay que llevarlos constantemente, b) que las fórmulas utilizadas para el cálculo cuantitativo del gasto energético se idearon para adultos y, por este motivo, conllevan errores importantes. 

Cuestionarios de actividad física:
Los cuestionarios pueden ser útiles en estudios epidemiológicos a gran escala. La mayor dificultad que presentan es que su exactitud depende de la habilidad o interés del niño o de sus padres para rellenar el cuestionario con la información de lo sucedido. Además, por mucho que se quiera ajustar el cuestionario a la realidad, es muy difícil traducir las actividades apuntadas en el cuestionario a kilocalorías gastadas en las diferentes actividades diarias de un individuo, principalmente porque los equivalentes energéticos que se utilizan son fijos y sólo dependen del tiempo de duración de la actividad y del peso del niño, nada más apartado de la realidad fisiológica. 

Relación del proceso metabólico y la actividad física

Relación

 del proceso metabólico y la educación física 

Debemos tener muy presente que todos los tipos de actividades llevan a la quema de calorías, en relación a la intensidad y duración de la misma, por lo cual nos beneficia tener en muy claro, que no necesariamente debemos salir a correr o ir a gimnasio para realizarlas, ya que desde caminar dando un paseo, subir las escaleras en vez del ascensor, aparcar el automóvil en un lugar más lejano, etc, son actividades comunes y simples que también nos beneficia y mucho.


La base de la actividad física y sus efectos sobre el organismo actúan directamente por el incremento de las funciones metabólicas, que van a determinar la quema calórica, cuyo combustible son los alimentos, por lo tanto para regular el peso corporal, la formula es muy simple, “actividad/dieta”.


El organismo utiliza la energía aportada por los alimentos, para tres procesos principales: metabolismo basal, efecto térmico de los alimentos y actividad física. Metabolismo basal es la energía que se emplea para realizar las normales funciones corporales. Efecto térmico de los alimentos es la energía necesaria para la digestión y la absorción de los alimentos (un 5-10% del gasto energético). La cantidad de energía consumida depende, en general, de la intensidad y duración del ejercicio físico.


El proceso metabólico esta involucrado con la transformación de la materia en energía, comprende dos etapas antagónicas:

* ANABOLISMO: etapa de construcción o producción*CATABOLISMO: etapa de degradación o destrucción.


La actividad física es cualquier actividad que haga trabajar al cuerpo más fuerte de lo normal. Sin embargo, la cantidad real que se necesita de actividad física depende de los objetivos individuales de salud, ya sea que se esté tratando de bajar de peso y que tan sano se esté en el momento.La actividad física puede ayudar a:

1. Quemar calorías y reducir la grasa corporal
2. Reducir el apetito
3. Mantener y controlar el peso 

Las necesidades energéticas debidas a la tasa metabólica basal se explican por la necesidad de mantenimiento de procesos vitales como la respiración, la circulación sanguínea, la síntesis deconstituyentes orgánicos, el bombeo de iones a través de las membranas, el mantenimiento de la temperatura, etc.


Varios factores influyen en el metabolismo basal como el tamaño corporal, la distribución de la masa magra y grasa, la edad, el sexo,situaciones especiales como embarazo, fiebre, algunas enfermedades, factores genéticos, actividad del sistema nervioso simpático y la función tiroidea,entre otros.


domingo, 24 de agosto de 2014

Primeros Auxilios

Primeros Auxilios 



Los primeros auxilios son la ayuda básica y necesaria que se le otorga a una persona que ha sufrido algún tipo de accidente o enfermedad hasta la llegada de un médico o profesional paramédico que se encargue de la situación, esto con el fin de preservar la vida del paciente.
Los principales casos que requieren asistencia de primeros auxilios  son asfixia, fracturas, quemaduras, traumatismos y hemorragias, por mencionar algunos. Salud180.com menciona a continuación qué debes hacer en caso de emergencia.

1. Contrólate: antes que nada debes mantener la calma; de esta forma podrás actuar rápida y efectivamente para ayudar al lesionado. De esto depende la magnitud del daño, el pronóstico de supervivencia y las secuelas.
2. Seguridad personal: para proporcionar una buena ayuda es fundamental estar libre de riesgos. Por ello, es importante que evalúes la escena donde ocurrió el accidente. De esta forma garantizas tu propia seguridad física y la de los demás.
3. Evalúa al lesionado: debes verificar el estado general del paciente, estado de conciencia, condición respiratoria y circulatoria. Posteriormente, toma al paciente por los hombros, agita levemente y pregunta si se encuentra bien. Con esta primera evaluación identificas si las lesiones ponen en riesgo la vida del paciente.
4. Signos votales: estas son las señales que indican la presencia devida. Cuenta los latidos, las pulsaciones y las respiraciones en 30 o 20 segundos y multiplica por tres, de esta forma obtienes el total de respuestas por minuto.
 5. En caso de asfixia : se puede presentar por ingesta de comida o algún objeto extraño, así como por bronco aspiracion o alergias. Si estás cerca de alguna persona que no pueda respirar debido a las causas mencionadas anteriormente debes actuar como lo indica la siguiente imagen:
6. Respiración de salvamento: se aplica en caso de ausencia de respiracion con vía aérea desobstruida. Tiene como finalidad restablecer el patrón respiratorio normal. Se debe realizar insuflacióncada 5 segundos, 12 veces por un minuto. Se debe encontrar un ritmo, por ejemplo, contar 1, 2, 3, (en este número de debe aplicar la inflación), 1, 2, 3, 2 insuflo, etc.

7. Reanimación cardio pulmonar (RCP): en caso de paro cardiorespiratorio se debe aplicar RCP, que consiste en una combinación de respiraciones y compresiones torácicos que dan un masaje cardíaco externo. Debes colocarte perpendicularmente al paciente. Coloca las manos cerca del reborde costal, abrázalas y presiona fuertemente con los brazos rectos. Debes hacer 30 compresiones por 2 ventilaciones hasta que aparezcan signos de respiración.

Con estos sencillos pasos puedes salvar la vida alguna persona. Sin embargo, no olvides que lo más importante es llamar de inmediato a los servicios médicos para evitar cualquier tipo de complicación.
A lo que debes hacer antes de realizar las técnicas de los primeros auxilios se le llama:

Movilización y Transporte de la Victima

Movilización y Transporte de la Victima 

Cuando estamos brindando primeros auxilios a un herido, no tenemos forma de conocer con seguridad si tiene una lesión cervical, por eso debemos siempre actuar como si existiera e intentar no mover al herido, a menos que sea imprescindible. Pero esto implica que debemos saber cómo movilizar a un herido, de lo contrario podríamos ocasionarle un daño irreparable.
En primeros auxilios existe una serie de normas para la movilización y transporte de heridos de forma segura, que contempla posibles lesiones cervicales
.  

Cómo movilizar y trasladar a un herido


Nunca debemos mover a un herido si se puede atender en el lugar o aguardar por ayuda. Sólo en caso de que sea vital para el herido, su traslado, lo movilizaremos.
En caso de peligro inminente (incendio, explosión, avalancha, intoxicacion, debido a un paro cardiorespiratorio, entre otros) moveremos al herido, siempre que:
• En caso de existir fractura, tenga los huesos inmovilizados.
• Hayan sido bloqueadas las hemorragias severas.
• El pulso o respiracion, hayan sido restablecidos con la reanimación cardíaca o respiratoria.
También es de gran importancia cuidar la salud del socorrista, por lo que se seguirá un procedimiento para el transporte del lesionado:
• Levantar al lesionado con los brazos (del socorrista) lo más pegados al tronco.
• No forzar muñecas o tobillos, emplear la fuerza de los músculos más potentes (glúteos, bíceps, cuádriceps, etc.).
• Buscar un buen apoyo para los pies. Esto es muy importante cuando se trata de mover heridos en una montaña, al aire libre, etc. evitaremos apoyarnos en superficies sueltas, como arena, rocas sueltas, etc.
• Para levantar a un herido, no se debe flexionar la cadera, sino las rodillas, mientras mantenemos la cadera extendida.
• Evitar las rotaciones de columna o torsiones mientras se carga con el herido, concentrando la fuerza en los músculos abdominales y de ese modo fijar la columna, evitando lesiones.
• Caminar despacio, con paso medio y las piernas separadas. 

Técnicas para movilizar a un herido de forma segura


• Técnica de la cuchara: cuando sólo se puede acceder a la víctima por un lado. Tres socorristas se arrodillan junto a la víctima e introducen sus manos debajo de ella a la altura de la cabeza y hombros; la parte baja de la espalda y muslos; las piernas por debajo de las rodillas. A un mismo tiempo colocan sobre las rodillas a la víctima, mientras un cuarto coloca una camilla por debajo de la víctima. Al mismo tiempo, depositan a la víctima sobre la camilla.

• Técnica del puente:
 cuando se puede acceder a la víctima por los dos costados. También requiere de cuatro socorristas. Tres que se colocan sobre la víctima con las piernas a sus lados y lo levantan por la cabeza y hombros, la región lumbar, y los pies. El cuarto desliza la camilla bajo la víctima desde la cabeza hacia los pies. Luego colocan a la víctima en la camilla.
• Maniobra Rautek: se utiliza para retirar a un accidentado del interior de un automóvil, protegiendo su columna vertebral al hacerlo. Si el accidentado tiene los pies enganchados al auto, se liberan en primer lugar. El socorrista se acerca a la víctima por un costado y lo toma por debajo de las axilas, sujetándole el brazo por la muñeca con una mano y con la otra el mentón. Afirmando a la víctima contra su pecho. Muy lentamente extrae a la víctima del auto, manteniéndole el tronco, la cabeza y el cuello en un solo bloque. Una vez que tiene a la víctima fuera del auto, la deposita sobre una camilla o sobre el suelo. Esta maniobra sólo se realiza cuando la permanencia de la víctima en el vehículo es un riesgo para su vida.
• Traslado en brazos: este es un método para mover a un accidentado, para un rescatista solo. Sólo sirve para víctimas de lesiones leves. Se sostiene a la víctima por debajo de las rodillas y por la espalda. Sólo se puede practicar en caso que la víctima tenga un peso que lo permita.
• Traslado sobre la espalda (a cuestas): el socorrista carga a la víctima sobre su espalda, soportando el peso del mismo sobre su tronco. Es un método bastante fácil, pero sirve solo para víctimas de lesiones leves que estén conscientes. Requiere de la colaboración de la víctima.
Arrastre de la víctima: este método sirve para trasladar a víctimas pesadas o en sitios angostos o de difícil maniobrabilidad. Se puede arrastrar a la víctima por las axilas, por los pies, con una manta o atando las muñecas de la víctima con un pañuelo y colgando sus brazos del cuello del socorrista, que se trasladará gateando a horcajadas de la víctima.
Otras formas de traslado emplean una silla para transportar a la víctima. También se puede hacer una silla con las manos.